El año previo a los JJOO es conocido como el ‘año de simulación olímpica’.
Ya hemos entrado en el 2021 y uno de los eventos deportivos más importantes que tendremos la ocasión de vivir serán los Juegos Olímpicos de Tokyo que tendrían que haberse realizado el año pasado y fueron aplazados por culpa de la pandemia.
Ojalá me equivoqué, pero mucho me temo que las marcas que realizarán los deportistas en los próximos JJOO no serán de las mejores de la historia. Está claro que habrá excepciones y siempre se batirá algún récord del mundo, pero auguro que el rendimiento general de los deportistas no será el mismo que si se hubieran celebrado los JJOO en el año 2020.
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Antes de nada, hablemos de los ciclos olímpicos
En las federaciones deportivas y los centros de alto rendimiento se usa la expresión ‘ciclo olímpico’ para definir el período de 4 años comprendido entre la celebración de unos Juegos Olímpicos y los siguientes. Antes de continuar leyendo, hay un concepto que debes tener claro.
No es lo mismo una Olimpiada que unos Juegos Olímpicos.
Es una cosa que me da mucha rabia leer en los periódicos o escuchar en las noticias. Parece como si fuera más ‘culto’ decir la palabra Olimpiada en vez de Juegos Olímpicos. Tanto es así, que actualmente los diccionarios aceptan ambas palabras como sinónimos cuando en su origen no lo fueron. Los Juegos Olímpicos es el evento deportivo que ocurre cada cuatro años mientras que la Olimpiada es el período de tiempo entre los JJOOs.
Sí, ya sé que soy un tiquismiquis con este aspecto, pero cuando has estado muchos años planificando ciclos olímpicos de tus deportistas, y pensando en una ventana temporal de cuatro años, es el momento en el que entiendes que una Olimpiada es un Ciclo Olímpico, mientras que los JJOO es el momento de recoger los frutos de tu trabajo.
Retomemos el tema, que me estoy yendo por las ramas.
Los deportistas olímpicos se organizan por ciclos olímpicos
Los deportistas que saben que participarán en los próximos Juegos Olímpicos acostumbran a organizar los años de su agenda en función de la celebración de los JJOO. Bueno… lo cierto es que quien organiza la agenda son sus entrenadores, preparadores y representantes.
Vamos a ver cómo distribuyen esos 4 años que tienen los deportistas entre la celebración de unos JJOO y los siguientes, y así podrás entender como en Tokyo será difícil que podamos presenciar los mejores resultados de la historia.
Si pensamos en el ciclo olímpico que se inició tras los JJOO de Río (2016) y que tenía que finalizar el año 2020 en Tokyo, la organización de los meses que hicieron los deportistas olímpicos fue esta:
2017: año de descanso
La mayoría de deportistas compiten relativamente poco y se toman un año más relajado. Durante este año algunos deportistas se centran en cumplir sus compromisos publicitarios con los patrocinadores (sobretodo si han conseguido una buena actuación en los anteriores JJOO). En ocasiones participan en competiciones con un carácter más social o para recaudar fondos para alguna buena causa.
2018: año de entrenamiento
Los deportistas empiezan a entrenar más en serio para ir consiguiendo su mejor versión. Se trata de un año de entrenamientos bastante duros que se combinan con las primeras competiciones importantes. En ocasiones algunos deportistas no han participado en los campeonatos mundiales del 2017 pero sí que lo harán en el 2018.
2019: año de simulación
El año más importante (casi más importante que el año olímpico y todo) para la mayoría de deportistas. Hay varios deportes en los que la participación para unos JJOO se basa en la consecución de un determinado número de «puntos», y el período de puntos se inicia en la mayoría de casos 12 meses antes de la celebración de los JJOO. Es por este motivo que los deportistas han entrenado duro en el 2018, porque en el 2019 tienen que conseguir los puntos.
Para el caso de los deportistas que tienen bastante asegurada su participación en los JJOO (por ejemplo Rafa Nadal) lo que hacen es definir un calendario de competiciones similar al que tendrán el año siguiente, para ir acostumbrándose a los viajes (jet lag) y a los períodos de recuperación. Incluso para algunos deportes se realizan los denominados «tests olímpicos», que se basan en campeonatos en las mismas instalaciones donde se realizarán los JJOO y que sirven a los organizadores para confirmar que las instalaciones están listas y sobretodo para hacer pruebas de televisión y logística.
2020: año olímpico
En algunos deportes los participantes se eligen a través de los campeonatos nacionales mientras que algunos países celebran sus «trials» que sería un equivalente a un campeonato de selección. Lo que sí que tienen en común todos los deportistas es que tienen muchas ganas que llegue el 24 de Julio de 2020… día de inicio de los JJOO de Tokyo 2020.
¿Qué efecto ha provocado la pandemia en los ciclos olímpicos?
Como puedes ver, la preparación para los JJOO no se realiza el mismo año del evento sino que en muchos casos la preparación se inicia el año anterior, donde se diseña un calendario similar al del ‘año olímpico’. Muchos deportistas estuvieron entrenando y compitiendo en el 2019 simulando el mismo calendario que tendrían en el 2020.
En el momento de aplazar los JJOO un año, lo que les ocurre a los deportistas es que tienen que mover un año su preparación. Es decir, que el «año de simulación» que realizaron en 2019 tendrían que haberlo repetido en 2020, para nuevamente ir acostumbrando a su cuerpo al calendario olímpico. Esto no sería ningún problema si no fuera que debido a la falta de competiciones y a los confinamientos, los deportistas no han podido tener un 2020 de simulación.
Así pues, la conclusión es que incluso en el hipotético caso que durante todo el 2021 los deportistas puedan participar en todas las competiciones que deseen, no podrán hacer una preparación tan precisa como si el año 2020 hubiera sido «normal».
Para tener el mejor rendimiento en el Maratón en Tokyo en verano, la mejor opción es haber realizado previamente un maratón en Tokyo en verano. Para navegar y nadar en las aguas de Japón con la temperatura y corrientes de verano, nuevamente hay que haber entrenado y competido en verano en esa zona, ya que no es lo mismo navegar en Canarias en invierno y después competir en Japón en verano.
La motivación olímpica puede con todo
Afortunadamente, hay un cosa que ni siquiera una pandemia es capaz de modificar: el espíritu olímpico, que en el caso de los deportistas más competitivos se traduce en las ganas locas que tienen de colgarse una medalla.
Esta motivación es la que permite que en el momento de la verdad, todos los deportistas quieran dar el 100% de sus posibilidades y es esta motivación la que nos asegura cada cuatro años poder presenciar el gran espectáculo que son los Juegos Olímpicos.